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Sala histórica de Museo Naval |
Muy buenas a todos los seguidores del blog y muchas gracias por el seguimiento de cada post que dan vida a los cuadernos de historia. En unos días celebramos los nueve meses de vida y no puedo más que decir aquella frase histórica de “me llena de orgullo y satisfacción…”.
En esta nueva entrada, nos trasladamos a las Filipinas del siglo XVI y a una gesta desconocida para el gran público con unos protagonistas muy especiales, los Infantes de Marina. Por supuesto, no puedo dejar pasar la oportunidad de hacer un pequeño homenaje a la Segunda Generación de Infantes de Marina de la Familia. La inicio mi hermano y su estela fue seguida por mis Sobrinos. Todo mi Cariño y Amor para ellos desde la distancia.
A finales del siglo XVI, la
marina española se convirtió en la primera y única flota occidental en derrotar
a estos fieros guerreros nipones.
La
figura de los samuráis, fieros guerreros del antiguo imperio japonés, está
envuelta en un auténtico halo de leyenda que
los muestra como hombres a los que casi era imposible derrotar. Sin embargo, lo
cierto es que estos luchadores no solo no eran invencibles, sino que fueron
derrotados por la Armada española.
Este
desconocido episodio de la historia, tal y como devela el autor del blog «Foro naval», ocurrió hacia
1580, cuando según narra el investigador Carlos Canales en su libro «Tierra
Extraña», el gobernador español en las Islas Filipinas, don Gonzalo de
Ronquillo, tuvo noticias de la llegada de un fuerte contingente de piratas
japoneses que estaban hostigando y saqueando a los indígenas
filipinos en la provincia de Luzón, zona bajo la protección administrativa
española.
Ante
esta situación, Ronquillo envió hasta Luzón al capitán de la Armada Juan Pablo
Carrión, al mando de una flotilla compuesta por siete embarcaciones y varias
decenas de infantes de marina de los Tercios de Mar de la Armada española. El
objetivo era expulsar a los fieros piratas japoneses, que resultaron ser
temibles guerreros samuráis.
Tras
ganar una primera batalla, frente a un barco nipón que navegaba por la zona,
los japoneses enviaron una flota de diez navíos para vengarse de los españoles.
Sin embargo, tras varios combates, tanto en tierra como marítimos, las fuerzas
españolas consiguieron vencer y expulsar de Filipinas a los
japoneses.
Estas
batallas suponen la única evidencia histórica de un enfrentamiento armado entre
europeos y samuráis. De este episodio, la historia tradicional japonesa cuenta
que sus guerreros fueron derrotados por unos demonios, mitad peces mitad
lagartos, llegados en unos grandes y extraños barcos negros. Estas criaturas
salían como bárbaros de la mar y atacarles tanto en tierra como en mar era un
asunto peligroso y casi suicida.
Desde
entonces los samuráis llamaron a los infantes de marina españoles «wo-cou» (peces-lagarto), en reconocimiento a la
audacia con la que habían luchado y vencido en los Combates de Cagayán.
Espero
que disfrutaras de la lectura y si te ha gustado puedes compartir.
Fuerteventura,
21 de Abril de 2015
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