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El rey Alfonso XIII junto a Eduardo Dato |
En Cuadernos de Historia no podíamos dejar pasar la oportunidad de hablar de la participación de los Españoles en la Primera Guerra Mundial. En el anterior post hacia un resumen del final de la Guerra y en esta ocasión me he sumergido en el mundo de los libros para rescatar unos sucesos ignorados por la mayoría, por supuesto en este caso me incluyo en esa mayoría.
El estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 dejó dividida a la población española entre los que querían participar en la contienda y los que preferían mantenerse neutrales. El país aun no había superado el varapalo que supuso la pérdida de las últimas colonias en el año 1898, lo que propiciaba una inestabilidad social, política y económica que difícilmente se podría superar de intervenir en el conflicto.
A pesar de que eran muchos los partidarios en tomar parte, estos estaban divididos en los dos bandos enfrentados en el mismo. Por una parte se encontraban los "germanófilos", compuesto por conservadores y la mayoría de los miembros del ejército, que apoyaban a las potencias centrales, representadas por los imperios alemán y austrohúngaro.
El ala más progresista de la sociedad daba su apoyo a los aliados, con el Reino Unido, Francia y el Imperio Ruso a la cabeza. Paradójicamente, el entonces rey de España, Alfonso XIII era más partidario de apoyarlos en caso de entrar en el conflicto armado.
Esta división hizo que el gobierno, encabezado por el conservador Eduardo Dato Iradier, se plantease la neutralidad como mejor solución y así adherirse al bando ganador tras la guerra.
Ya que el país no pensaba participar oficialmente, se buscaron fórmulas con las que poder intervenir, por lo que un numerosísimo grupo de voluntarios se alistaron a la Legión Extranjera del ejército francés a través del reclutamiento que efectuó la Association Internationale des Amities Francaises.
Varios miles fueron los voluntarios reclutados y que participaron apoyando al bando aliado como legionarios. El grupo más numeroso estaba formado por jóvenes independentistas catalanes, seguidos por aragoneses y vascos.

Insignia del Regimiento de Marcha de la Legión Extranjera de FranciaComo apoyo a los participantes en la Guerra se fundó el "Patronato de Voluntarios Españoles" gestionado por Jacobo Fitz-James Stuart (Duque de Alba) y la Unió Catalanista creó el "Comité de Hermandad con los Voluntarios Catalanes" presidido por el médico y político independentista Joan Solé y Pla.
No sólo el ejército francés recibió solicitudes de reclutamiento. Existe el caso de un voluntario español, nacido en Canfranc (Huesca), que participó en la PGM, alistándose y luchando en el ejército de los Estados Unidos, su nombre era Antonio Beltrán Casaña.
Pero no solo hubo quien participó en la Gran Guerra en ese bando, sino que otros muchos quisieron hacerlo a favor de los países centrales.
No obstante, no querría acabar este post sin explicar un anecdótico caso que ocurrió en 1916, en el que un ciudadano español trabajó como espía para el ejército alemán.

Tras varias semanas en el país, fue detenido y acusado de espionaje a favor del ejército germano, habiéndose dedicado durante ese tiempo a proporcionar todo tipo de informaciones referentes a las defensas aéreas contra los zepelines.Monumento a los catalanes que lucharon en la PGM
Fue juzgado y condenado a la pena de muerte, pero tras una ardua y efectiva negociación por parte del Rey Alfonso XIII, se logró conmutar la pena por la de 10 de trabajos forzados.
Durante un tiempo, el gobierno británico no quiso que trascendiera la noticia a los medios, debido a que, el trato de favor que había realizado con el espía español, no lo había tenido con los de otras nacionalidades.
Espero que hayas disfrutado de la lectura y que tengas buena semana.
Fuerteventura, 04 de Diciembre de 2014